Arrojo para la vida

Improvisar es seguir sin tener nada planeado. El público quiere entretenerse y el improvisador no sabe cómo lo logrará, pero lo hará. Si le dicen que sí, es sí, pero si le dicen que no, es no. Si quiere ir a la luna, irá a la luna, pero, si está enojado, estará enojado. De manera individual o en equipos, se improvisa una historia a partir de elementos sugeridos y en tiempo real surgen los diálogos y las acciones. Lo lógico se vuelve predecible, mas lo absurdo y rebuscado generan un planteamiento interesante a resolver.

Fueron tres días de improvisación con el maestro Gonzalo García González, reconocido actor tijuanense egresado de la Licenciatura en Teatro de la UABC, creador de numerosos y aclamados montajes, como el polémico y controversial monólogo La Mama. Fuimos nueve los que participamos en el taller, algunos con experiencia y otros que entramos por la aventura.

Para improvisar se necesita concentración, relajación y arrojo. Este último se volvió el mantra de la clase, pues como dice Gonzalo, “tú aviéntate aunque estés en blanco, ya verás cómo resolverlo”. Y es que sólo así surge la magia, de no tener nada en la cabeza y volverte cómplice de tu compañero que planteó la situación, o de poner en aprietos a tu equipo con una frase espontánea que los demás deberán encontrarle sentido.

No confíes en los peces, La mosca de una sola ala o Tierra de bichos fueron algunos de los montajes que se plantearon en el taller, con los títulos también improvisados que sirvieron de parteaguas, no sólo para que el improvisador desarrollara el ejercicio, sino para vencer el miedo al ridículo y demostrar que, en realidad, no pasa nada por intentarlo, o mejor aún... pasa todo.

Si eres actor, contador, médico o sólo un curioso, improvisar te da herramientas para la vida, porque llegamos al mundo sin guion pero con muchos desafíos a enfrentar. El maestro Gonzalo García, además de formar parte de la compañía Incendio Producciones, imparte constantemente talleres de teatro, cabaret e improvisación. Una experiencia que recomiendo vivir al menos una vez en la vida. ¡Arrójate tú también!

Referencia: Clases, teatro, improvisación, curso, taller